Y nos ama-manta, nos chulea, nos entretiene, nos ordeña, nos conduce hacia un futuro brillante como un caramelito que vamos abriendo poco a poco. Amazon nos ama, pero sospecho que lo hace por dinero.
Nací muy cerca de Tokio, cosmológicamente hablando, y llevo años construyendo artefactos literarios que a veces explotan y hacen reír. Usar antifaz me permite escribir cosas que avergonzarían a mi abuela, aunque es complicado cuando cojo un avión.